Gánale la batalla a las fiestas de Navidad.
Falta poco para que lleguen las Navidades, fiestas familiares por excelencia y fechas de estrés y tensión en las familias.
Se reúnen varias generaciones entre nietos, padres y abuelos, los niños reúnen todas las atenciones y por regla general se hace un esfuerzo por complacer los deseos de unos y otros, lo que al final puede terminar pasándonos factura. Las reuniones familiares pueden convertirse en un lugar de desencuentro, donde algunos miembros de la familia aprovechan para resolver los desacuerdos.
Veamos algunos aspectos que pueden ayudarnos a que las Navidades no se conviertan en una pesadilla:
- NO TE GUSTAN LAS NAVIDAES: Estás en tu derecho de no celebrarlas, pero si finalmente decides hacerlo se consecuente y no la líes…Tampoco critiques a quien, si le gusta celebrarlas, respétalos y no boicotees su fiesta.
- LAS REUNIONES FAMILIARES: Tener en cuenta que no son buen momento para tratar temas incómodos, si tenemos algún malestar con alguno de nuestros familiares posponer la conversación para un momento en privado.
- QUE NO SE TE BORRE LA SONRISA: Si no podemos evitar al familiar “conflictivo” salir ya desde casa con el “chaleco antibalas” y con una sonrisa adulta, tratar de no entrar en discusiones, volveremos mucho más felices si la reunión transcurrió con tranquilidad. Recuerda que dar la razón no siempre implica que perdamos la nuestra, puede que el otro tenga razón, o que sea posible que no la tenga, pero lo que sí es seguro es que, si estuviéramos en su lugar, nos sentiríamos igual que él. Evita la confrontación de forma respetuosa y elegante.
- CUIDADO CON EL ALCOHOL: El alcohol nos desinhibe, parece que nos importan menos las cosas, si bien también provoca que baje nuestro control adulto, por lo que ojo, si tememos conflictos en las celebraciones, mejor la sobriedad, así llevaremos el control de la situación y no nos desbordarán nuestras emociones.
- COMO CALMAR EL ÁNIMO: Ante conversaciones incómodas es preferible no opinar a que aumente el conflicto. También podemos aprovechar momentos “difíciles” para ir a la cocina a por bebidas o acudir al cuarto de baño.
- QUE HACER CON LOS REGALOS: Ojo con los regalos, tener en cuenta que los niños no pueden apreciarlos si hay exceso, mejor hablar con la familia y acordar lo que deben tener. Hacer partícipes a los familiares en su posible colaboración en la educación de los niños a través de sus regalos. Un niño sobre estimulado no podrá prestar atención y además contribuirá a la frustración del mayor que se lo regaló.
Los regalos de Navidad no deben ser un premio ni un castigo, no en este momento, aunque estemos tentados a hacerlo. La Navidad es la Navidad y todos los niños deben tener regalos básicos. Una buena idea si los más peques “no se han portado muy bien” es que en su carta a los Reyes Magos o a Papá Noel, reconozcan sus fallos y les expliquen cómo van a mejorar. Tampoco será recomendable “regalar carbón” pues sería centrarse en el fracaso provocando un castigo demasiado duro e innecesario.
Otro aspecto a tener en cuenta en cuanto a los regalos es que es más importante la calidad que la cantidad, saber cuáles les harán más ilusión y buscar aquellos que sean útiles y necesarios, así como otros que fomenten su creatividad, aunque sobre todo esto podemos hablar otro día.
- PLANIFICA LOS MENUS Y LAS COMPRAS: Si eres tú el o la anfitriona, no lo dejes todo para el último momento, planifica detenidamente los menús, así evitarás las prisas de última hora que alterarán tu estado de ánimo. Busca opciones que puedan prepararse con antelación, entrantes fríos o caldos que puedan calentarse a última hora así como asados o alimentos horneados. Que puedas disfrutar con tus invitados de la reunión previa a la comida, ya arreglada o arreglado para la ocasión, te hará sentir mejor. Recuerda también la decoración de la mesa, vajillas y accesorios, cuanto antes lo tengas todo, más relajada o relajado llegarás a la celebración. Ten en cuenta que implicar a los más pequeños en la colocación de los adornos contribuirá a que se sientan útiles e implicados en las tareas de la casa.
- CENTRATE EN LAS PERSONAS CON LAS QUE TE LLEVAS BIEN: En toda reunión habrá personas de tu agrado, acércate a ellos, salúdalos y abrázalos al llegar, te sentirás mejor. Pon tu atención en el presente, observa todo aquello que en este momento puede hacerte sentir bien. Mantén la distancia con aquellos que no sean de tu agrado, pero siempre de forma cortés.
- PON UNA HORA DE FINALIZACION: Si estás invitado en una casa pon una hora “mental” de salida, páctala con tu acompañante, te sorprenderá ver cómo es posible que la superes con buen ánimo y como al final la fiesta habrá resultado mejor de lo que habías imaginado. Anticipar un malestar que está por venir propicia que se produzca.
- BUSCA EL ACUERDO CON TU PAREJA: Planifica las fiestas. Busca con antelación el acuerdo entre tú y tu pareja. Negocia como van a ser las Navidades, de forma que haya un acuerdo equitativo en los que ambos estéis de acuerdo, sin olvidaros de dejar algo de tiempo para vosotros y vuestros hijos a solas, disfrutando de alguna actividad en familia.
Por último, recuerda que lo todo aquello que no esté resuelto en vuestras familias antes del 23 de diciembre, es difícil que se resuelva en estas fechas señaladas. Esperad a que pase el día de Reyes y comenzar a buscar la solución a vuestros conflictos.
Felices Fiestas.
Elena Aparicio Hermosilla
Psicóloga Colegiada nºG-4887