Aprender a decir lo que siento.

Publicado por Kamyno en

Hay ocasiones en las que nos resulta difícil expresar lo que sentimos, nos callamos por no ofender al otro o porque tememos su respuesta, nuestra cabeza bulle con pensamientos tales como: “tenía que haberle dicho”,  “me tuve que callar por no liarla”, “hubiera sido mejor decírselo” y sin embargo callamos y el malestar se instala en nosotros.

Normalmente el hecho de callar no mejora la situación, más bien la empeora, pero nos resulta complicado acercarnos al otro y manifestar nuestra postura. ¿Qué podemos hacer ante esto?

En primer lugar hemos de pensar que no queremos enfrentarnos al otro sino acercarnos y para ello es importante parar y reflexionar sobre el mensaje que queremos transmitir.

Escribir en un papel mi estado de ánimo ayudará a bajar la tensión del momento y pondrá las cosas en su sitio. Procura no juzgar al otro, simplemente describe cual es la situación, qué ha pasado,  como te sientes y qué necesitas.

Busca un momento adecuado para explicárselo al otro, sin juzgar  su actitud, simplemente expresando tu punto de vista. Espera a estar tranquilo, ten en cuenta que si te comunicas desde el enfado estarás provocando que el otro se ponga a la defensiva  y habrás puesto un duro obstáculo en la comunicación.

No hagas reproches, no saques “los trapos sucios”, céntrate en la situación actual si no quieres entrar en una escalada de malestar, lo pasado ya pasó, acéptalo no lo uses para atacar o defenderte.

No des demasiadas explicaciones, estas pueden enredarte y terminar hablando de algo que no tiene nada que ver con la situación. No te enredes y no enredes, céntrate en lo que está pasando en el momento.

Si algo te ha molestado, pide lo que quieres o cómo quieres que sea  para que te sientas bien, de forma clara y concreta. Estás en todo tu derecho de expresar tu opinión o tu disgusto con el otro, siempre que no ofendas o ataques con ello.

No esperes que el otro cambie, tú puedes pedirle algo pero puede negarse y no ha de ofenderte pues está en su derecho de no coincidir contigo.  Lo único verdaderamente exigible es el respeto.

También puedes explicarle al otro lo positivo para ambos en caso de que acepte tu petición.

En mis años de formación, una máxima de mis “maestros” quedó grabada en mi mente y es algo que quiero transmitir a todas las personas que me escuchan, me leen o me siguen por cualquiera de los canales de comunicación:

 “Puedes y debes decir lo que sientes pero has de hacerlo siempre sin hacerle daño a nada, a nadie,  ni a ti mismo” 

 

expresar

Elena Aparicio Hermosilla

Psicóloga Colegiada: G-4887

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